Una relación amorosa significa compartir parte de la vida con otra persona, es una decisión difícil de tomar porque conlleva distintas responsabilidades y un nivel de compromiso con algunas implicaciones. Pero, el hecho de estar involucrado en un vínculo amoroso no es sinónimo de una carga, al contrario, las relaciones amorosas son una experiencia con grandes momentos que debe ser disfrutada al máximo en todo momento, compartiendo distintas experiencias con la persona que se ama.
En ese sentido, las relaciones de pareja están sustentadas en distintos sentimientos que deben ser mutuos para lograr un vínculo fuerte y correspondido, por supuesto, lo más importante es el amor, el respeto, la confianza, la tolerancia y a grandes rasgos, tener la disposición de pasar la vida juntos. Además, una relación de este tipo implica crecimiento y aprendiza personal, ya que, se aprende a convivir con una persona que no tiene ningún vínculo sanguíneo, es decir, la decisión de compartir tantos momentos juntos es personal y voluntaria.
Por su parte, el vínculo amoroso va construyéndose con el tiempo a través de las experiencias vividas y los sentimientos mutuos, sin embargo, en el camino de una relación duradera existen altibajos, esto es natural e inevitable. En muchas ocasiones, las relaciones van sufriendo daños a partir de hechos particulares, pero, el amor puede seguir intacto, así como las ganas de estar juntos, de esta forma, no solo se debe saber cómo mantener una relación si no también cómo recuperarla porque, inevitablemente, los momentos difíciles pueden ser parte de las fases de una relación. Ahora bien, a continuación, se describirá algunos consejos que sirven para recuperar una relación de pareja que ha sufrido daños.
- Detecta los problemas:
El daño en una relación nace a partir de la imposibilidad de encontrarle solución a los problemas, todo esto, como consecuencia de una diferencia de criterios ante una situación en común. Entonces, para comenzar a recuperar una relación que tiene los lazos quebrantados se debe detectar los problemas que los llevaron hasta ese punto.
En primer lugar, lo más conveniente es definir y delimitar el problema, es decir, hallar su origen y entender la posición de cada uno al respecto. A partir de allí, con el tiempo, se les pueden hallar soluciones a los problemas a través del consenso y la comunicación. Pero, en todo este proceso es muy importante abrirse al entendimiento de las motivaciones personales del integrante de la pareja, de esta forma, se podrán expresar sin miedo a prejuicios o a empeorar los problemas. Además, es una forma útil de medir si ambos se sienten parte de las fases de una relación en sincronía, evitando así, una confusión en el ritmo con el que cada uno quiere llevar la relación.
- Aprender a pedir disculpas y reconocer errores:
Las dificultades se deben superar, hay muchos problemas que tienen soluciones rápidas y efectivas, algunas inclusive se reducen a una petición de disculpas. Sin embargo, para algunos, reconocer sus errores significa una tarea cuesta arriba, lo entienden como una equivocación y se niegan rotundamente a la idea de que son ellos quienes tienen el cargo de lo que está pasando.
En ese sentido, se necesita de madurez emocional para aprender a reconocer cuando se cometió un error y no tener miedo a ofrecer disculpas, de esta forma, se demuestra el compromiso que se tiene con la relación y las intenciones para solucionar las dificultades. Para ello, hay que trabajar en la objetividad y autocrítica para entender las situaciones desde una perspectiva externa, solo así, se puede interiorizar que se ha cometido un error.
Por su parte, se debe valorar cuando la pareja tiene la capacidad de reconocer un error y tiene el valor de pedir disculpas, eso se traduce en un indicio de madurez y crecimiento personal, demostrando las ganas de estar juntos que se tiene y la motivación alrededor de que la relación funcione y se haga más próspera.
- Darle tiempo a las situaciones de dificultad:
La desesperación e impaciencia son dos factores que se avivan cuando se está en medio de un vínculo que está dañado, esto sesga el juicio e imposibilita que se valoren las mejores que se van consiguiendo, de esta forma, se pueden ver invadidos por la desesperanza al pensar que la relación no tiene forma de recuperarse.
Sin embargo, siempre se debe tener presente que esta es una de las fases de una relación, es natural tener dificultades y lo importante es saberlas manejar hasta llegar a una solución. En ese sentido, es fundamental llenarse paciencia para ir superando cada obstáculo poco a poco, considerando que no existen soluciones mágicas que puedan recuperar una relación dañada en un día, entonces, darle tiempo y comenzar a ver los cambios positivos es parte del proceso para recuperar vínculos amorosos que tienen fisuras.
- Fijar metas a corto plazo:
Construir una relación amorosa a partir del cariño, la confianza y comunicación, requiere de tiempo, paciencia y esfuerzo. Entonces, cuando los lazos se ven fracturados por una situación en particular, puede ser como comenzar desde cero al momento de recuperar la relación, es decir, se requiere tiempo para ir recuperando la dinámica que se tenía anteriormente.
De esta forma, una buena forma de ir recuperando la relación es fijar metas en un corto plazo, así, se puede medir el progreso de recuperación y se tiene total control del ritmo de la relación. Además, tener objetivos establecidos estimula a la pareja, dándoles motivación y una razón más para esforzarse y conseguir recuperar lo que se tuvo en algún momento.
- Mostrar interés por recuperar la relación:
Pasar por las fases de una relación donde se están teniendo ciertas complicaciones es parte del proceso de construir un vínculo más sólido, con tal se tengan las ganas de seguir juntos y la motivación de recuperar el tipo de relación que tenía, eso puede lograrse y volver a la dinámica que se perdió por una situación particular.
Pero, es fundamental demostrar interés en el proceso de recuperación, ya que, solo así la pareja entiende que se tienen todas las intenciones de continuar juntos y se motivan mutuamente para seguir juntos. Además, estar interesado es la forma más sincera de demostrar amor y respeto hacia el otro, dándole a entender que forma parte esencial de su vida y está dispuesto a esforzarse por recuperar la relación. De esta forma, no se deben tener límites al momento de demostrar interés, es decir, cuando se ha cometido un error, es posible que el afectado esté indiferente ante todo el proceso de rescatar la relación, debido al sentimiento de tristeza y frustración, entonces, al demostrar interés puede servir de motivación para incitarlo a ser parte del proceso.
- Trabajar en la comunicación:
Al enfrentar una relación dañada, uno de los primeros aspectos que sufren las consecuencias es el canal de comunicación, es decir, puede que ya no comparta tanto tiempo juntos y las conversaciones no trasciendan, manteniéndose a lo más básico y cotidiano, preguntando sobre cómo estuvo el día de forma displicente.
En ese sentido, parte del proceso de recuperar la relación pasa por ir estableciendo comunicación, pero, esto conlleva tiempo y esfuerzo. Para ello, es ideal planificar actividades juntos, como viajes, salidas a comer o cualquier otro tipo de plan que los saque de la monotonía y les dé otro contexto para hablar, así como otros temas de conversación. De esta forma, conforme pase el tiempo, se irán expresando con más naturalidad hasta llegar al nivel de comunicación espontánea que se tenía anteriormente; en todo caso, lo más importante es contar con la motivación y disposición necesaria.
- Esforzarse por mejorar actitudes erradas:
Ser parte de una relación amorosa es un proceso que implica el crecimiento personal, conforme pasa el tiempo se va entendiendo que no siempre se tiene la razón y que existen aspectos individuales que se deben mejorar. De esta forma, la intransigencia ante el cambio puede representar una causa de problemas o bien, un impedimento cuando se trata de recuperar una relación dañada.
En ese sentido, cuando se está en medio de una relación en proceso de recuperación, se debe tener plena disposición de mejorar aquellas actitudes, hábitos y costumbres que causen daño a ambos, todo esto, sirve para ir construyendo un vínculo más sólido, mientras se aprende a ser mejor persona. Además, es una forma de demostrarle a la pareja las intenciones de mejorar que se tienen y el esfuerzo que se está dispuesto a realizar.
- Recordar las motivaciones que los llevan a estar juntos:
Vivir un momento difícil dentro de una relación amorosa es todo un reto, muchas veces, no se tiene la motivación de recuperar el vínculo que se tenía y se considera como una mejor opción ponerle fin a la relación. Sin embargo, una buena forma de recuperar las ganas de estar juntos es recordar los sentimientos que se tenía cuando estaban en su mejor momento, así como los motivos que los llevaban a estar juntos.
Así, se tiene un norte más claro de lo que se quiere recuperar, entendiendo que, con tiempo y esfuerzo, es posible llegar nuevamente a esa etapa donde la dinámica de la relación estaba en estado más óptimo. Pero, esto no significa que se deba vivir de recuerdos o bien, vivir atrapado en el pasado y no afrontar el presente y futuro, al contrario, lo que se quiere decir es que los recuerdos pueden servir de motivación para alcanzar una etapa de bienestar nuevamente.
- Mantener la constancia:
Recuperar una relación no se logra en días, a veces ni siquiera en meses. Entonces, al considerar que se debe tener paciencia para lograrlo, la constancia es un factor que debe estar a favor parar ir reconstruyendo el vínculo que está afectado.
En ese sentido, cada día se deben realizar esfuerzos grandes o pequeños por mejorar la relación, tratando de recuperar la comunicación y confianza con gestos frecuentes, mostrando interés en todo momento hasta conseguir que los cambios comiencen a dar su fruto. Sin dudas, la constancia es fundamental porque recuperar una relación es trabaja de gota a gota, hasta que se llenan nuevamente los vacíos que generaron los problemas.
- Mostrar sinceridad y transparencia:
Una relación que está tratando de volver a un buen momento, es natural que tenga problemas de comunicación y confianza, de hecho, dentro de los principales factores que los llevan a un mal momento es la carencia de estos dos. De esta forma, cuando se trata de recuperar una relación en problemas, es fundamental volver a construir la confianza desde el inicio, para ello, se necesita tiempo, esfuerzo y disposición.
Por supuesto, la forma de hacerlo es a través de la sinceridad, mostrar total transparencia es el mejor indicio para la pareja que se tienen las mejores intenciones de recuperar la confianza. Es decir, se debe tener la madurez para expresar cualquier disgusto o error que se cometa, asumiendo las consecuencias y sin temor a lo que esto pueda desencadenar, ya que, ocultar hechos es más problemático que mostrar la voluntad de ser claro en todos los aspectos.
En definitiva, una relación de pareja tiene distintos cambios conforme pasa el tiempo, se trata de ir encontrando una dinámica juntos que los haga sentir cómodos y a gusto. Todo esto, se logra a través del amor, la confianza, tolerancia, motivación, el respeto y el cariño; por supuesto, es un proceso que tiene un esfuerzo detrás pero se disfruta en todo momento. Ahora bien, todas las fases de una relación no están llenas de alegrías y sonrisas, también, se tienen algunos momentos llenos de dificultades donde se presentan dudas alrededor de las intenciones de estar juntos; sin embargo, cuando el amor sigue vivo, lo más sensato es hacer todo el esfuerzo posible por recuperar la relación a través de la reconstrucción de los vínculos, con la paciencia, disposición y motivación como pilares de todo ese proceso que, sin dudas, con las ganas necesarias se logrará. Finalmente, cuando se siente que es la persona correcta, vale la pena luchar porque la relación funcione y recuperarla es un trabajo mutuo y correspondido, que dejará enseñanzas y los hará más unidos.