Tomar decisiones siempre pone a las personas en un lugar incómodo de sus vidas, y por mucho esfuerzo que se invierta en tratar de escoger la mejor opción, siempre resulta bastante complicado porque nunca se conoce qué esperar de los resultados. Es decir, el futuro es incierto y las consecuencias de las decisiones mal tomadas pueden ser inesperadas. Entonces, resultaría útil contar con herramientas que ayuden en el proceso de toma de decisiones a través de indicios que puedan aclarar la vista respecto a lo que tiene preparado el futuro en función de lo que se tiene en mente hacer.
En ese sentido, el tarot surge como un canal místico que permite conseguir respuestas referentes a lo que se avecina. Se trata de un método de adivinación que involucra un mazo de cartas especial, las cuales se lanzan de forma particular y con la interpretación del tarotista se consigue la información que se está buscando. Sin dudas, el tarot amigo es un canal lleno de misticismo que tiene años de tradición con distintos métodos que llevan a aclarar las ideas y sirven de guía para lo que tiene preparado el futuro.
Por su parte, el tarotista es el profesional encargado de la interpretación de los mensajes que emiten las cartas, de esta forma, él juega un papel fundamental en el proceso porque gracias a sus conocimientos se tienen las respuestas buscas. Entonces, un buen tarotista abre la posibilidad a conseguir la mejor guía, por el contrario, un tarotista inexperto o carente de conocimiento dará falsas expectativas a quien busca respuestas. En consecuencia, se debe tener un criterio objetivo y afinado al momento de escoger el tarotista, para ello, existen varias consideraciones a tener en cuenta que serán descritas a continuación, sirviendo para reconocer a un buen tarot amigo:
- Demasiadas preguntas innecesarias:
Un tarotista profesional tiene la capacidad de identificar distintas facetas de la vida solo con su don y con lo que le transmiten las cartas. Entonces, cuando un tarotistas hace demasiadas preguntas que resultan irrelevantes puede tratarse de un tarotista inexperto, quien a través de las preguntas está buscando de hacer conjeturas para decir exactamente lo que quiere escuchar. De hecho, abrirse demasiado a las preguntas de un tarotista puede ser peligroso, ya que, puede tratarse de una estafa que busque recabar datos personales con una fachada del tarot.
En consecuencia, cuando un tarotista inexperto pregunta demasiado es mejor descartarlo y no responderlas de forma clara, ya que, puede traer como consecuencia falsas promesas respecto al futuro que lo llene de esperanza cuando las cartas en realidad no están transmitiendo ese mensaje.
- Tarotistas telefónicos:
El proceso de leer las cartas debe entenderse como un procedimiento que requiere de concentración, espiritualidad y una conexión intangible entre las partes involucradas, esto solo se logra en una sesión personal. En ese sentido, existen muchos tarotistas que ofrecen consultas telefónicas y, probablemente, se trate de una estafa o bien, de un tarotista inexperto que está buscando hacer dinero y fama de forma fácil.
Sin dudas, siempre la mejor opción será optar por sesiones de tarot amigo que sean personales, de esta forma, se puede corroborar el nivel de profesionalismo que tiene el especialista y las vibraciones que transmite al momento de leer las cartas. Además, muchos de estas lecturas de tarot telefónicas se trata de operadoras automáticas que no tienen ningún tipo de personalización y tienen solo respuestas predeterminadas para los clientes. En todo caso, lo más importante es no caer en estafas que busquen capitalizar el desconocimiento por parte de los clientes.
- Respuestas vagas y poco específicas:
La experiencia y el conocimiento de un buen tarotista deben ser amplia, tienen un don que les permite abrirse en una conexión profunda para conseguir las respuestas que se están buscando. En todo caso, cada sesión de lectura es única y especial, cada cliente tiene preguntas específicas y una situación distintas que necesita de una atención particular.
Entonces bien, en el caso de que un tarotista solo dé respuestas generalizadas y poco específicas respecto a lo que se avecina o las preguntas particulares, solo se puede intuir que es un pésimo tarotista que tiene respuestas predeterminadas para todos los clientes y no se enfocan en ofrecer respuestas personales que se correspondan a la situación que se quiere resolver o sobre el tema del que se quiere tener información. Además, las generalizaciones en el tarot amigo abre la posibilidad de que cualquier hecho aislado pueda relacionarse con la lectura del tarot cuando en realidad no tiene ninguna correlación.
- Convencer de forma forzada:
Un tarotista con amplia experiencia tiene la capacidad de transmitir seguridad en cada lectura, todo el proceso debe darse de forma natural y orgánica, haciendo que se vayan consiguiendo las respuestas a través de las interpretaciones sin necesidad de forzar nada en el proceso. Entonces bien, cuando se consigue un tarotista que tiene la necesidad de convencer con argumentos forzados a los clientes es un claro indicio de la falta de experiencia o conocimiento de este.
Al mismo tiempo, un tarotista que de verdad entienda la conexión que tiene con las cartas no busca guiar apresuradamente al cliente a una conclusión respecto a la situación, de hecho, este entiende que existe un proceso de introspección previo y hace que progresivamente se vayan consiguiendo las respuestas sin importar el tiempo que todo este proceso amerite, con tal los resultados sean plenamente satisfactorios.
- Muestra de profesionalismo:
El tarot amigo requiere de un compromiso espiritual enorme, solo de esta forma se pueden conseguir las respuestas e interpretar correctamente el mensaje que tienen las cartas, para conseguir esa conexión se necesita de una amplia experiencia y pasos a seguir que conllevan a la plena concentración e introspección.
Entonces bien, un tarotista que entienda todo este proceso da indicios de lo profesional que es y lo serio que se toma su trabajo, en caso contrario, se puede intuir un tarotista carente de profesionalismo que se toma a la ligera el hecho de guiar a los clientes por el camino que muestran las cartas. En todo caso, un buen tarotista se ve a simple vista por la vibra que transmite y la forma en que se conecta con el mazo de cartas.
- Buenas referencias:
Un buen tarotista habitualmente no necesita de publicidad convencional para hacerse reconocido, de hecho, es un mal indicio que un tarotista se anuncie en sitios de promoción masivo. Sin dudas, el mejor medio de promoción de cualquier tarotista que tiene una amplia experiencia es el boca a boca, o en portales especializados que saben quien es bueno y quien no a partir de las experiencias de sus usuarios. Esta es la forma en que consiguen una gran demanda en el tarot amigo.
Entonces bien, cuando se busca un buen tarotista y un conocido tiene uno para recomendar es muy probable que sea de calidad, ya que, las referencias por parte de clientes nunca mienten debido a que no tienen ningún interés o compromiso con el profesional de las cartas en cuestión. En todo caso, es útil probar para conseguir una experiencia propia y guiarse por los criterios personales para dar un juicio más objetivo referente al tarotista. Pero, las referencias siempre son un buen indicativo y no pueden ser descartadas.
- Explicaciones con tranquilidad y paciencia:
Para un tarotista, lo más importante es la correcta interpretación de lo que tienen qué decir las cartas, por ello, pasan años aprendiendo a contextualizar los mensajes que muestran los arcanos y lo que significan según la situación en la que se encuentre. Sin embargo, es inútil conseguir una interpretación de primer nivel si no se tiene la vocación para transmitírsela correctamente al cliente en cuestión, al final, lo importante es que él entienda lo que tienen para decirle las cartas.
Entonces bien, al momento de consultar con un tarotista es importante que este tenga la facultad y experiencia necesaria para dar explicaciones detalladas y precisas de lo que interpretó a partir de las cartas, en todo caso, resulta fundamental la tranquilidad y paciencia para conseguir el correcto entendimiento, ya que, es natural que los clientes no dispongan del conocimiento referente al tarot y es precisamente parte de su labor emplear un vocablo que haga fácil de comprender lo que están diciendo las cartas.
- Forma de trabajo:
Toda labor tiene detrás un sentido del compromiso y la responsabilidad únicos. En el caso del tarot esto no cambia, un buen tarotista debe ser responsable respecto al horario de sus citas y demás aspectos logísticos.
De esta forma, al toparse con un tarotista que tiene vacilaciones respecto a su horario de trabajo es evidente que falta un sentido de compromiso que se termina extrapolando en la labor de interpretar lo que dicen las cartas, entonces, la vocación y responsabilidad son dos rasgos distintivos que son identificables en un tarotista de calidad.
- Confianza y confidencialidad:
El tarotista explora rasgos íntimos en la vida de cada cliente, incluyendo el tarot amigo, las relaciones maritales, relaciones con amigos y cualquier otra área de interés que se tenga. Así, al abrirse de esta forma con un profesional de este campo se debe tener plena seguridad de que todos los secretos revelados están a salvo con él, de otra forma, el proceso de lectura puede verse entorpecido al esconder detalles que serían útiles para la interpretación.
En tal sentido, el tarotista debe actuar con profesionalismo en todo momento y tener la confidencialidad como uno de sus pilares para que los clientes se sientan en confianza con él, con la seguridad de que es una relación que actúa bajo principios del resguardo de información. En caso contrario, no debe ser considerado como opción al momento de leer las cartas porque no se puede permitir que detalles de la vida privada queden expuestos.
- Distintas técnicas:
Dentro del tarot amigo existen distintos tipos de tirada, donde cada una tiene una forma de llevarse a cabo distinta, variando desde la preparación mental para el lanzamiento de las cartas hasta la disposición que tienen en la mesa. Además, cada tipo de tirada tiene funciones particulares, siendo más útil alguna técnica que otra para explorar ciertos temas, haciendo que la forma de conseguir respuestas sea más sencilla y con mayor precisión.
En ese sentido, un tarotista que tenga una amplia experiencia debe saber manejar correctamente todos los tipos de tiradas, dándoles a los clientes la oportunidad de conseguir mejores interpretaciones en función del área de interés que se tenga. Entonces, cuando se encuentra con un tarotista que no tiene un espectro amplio de tiradas, muy probablemente se trate de uno que esté comenzando en ese mundo. Sin embargo, existen tarotistas que manejan mejor ciertas tiradas que otras, eso es natural y debe entenderse.
- Espacio físico:
El proceso que implica el tarot tiene distintos requisitos para establecer la conexión correcta entre las cartas y los involucrados, dentro de estos se incluye el espacio en el que se realiza la lectura. Normalmente, se necesita de un lugar que esté libre de energías negativas, disponiendo de la tranquilidad necesaria para conectarse y concentrarse de forma exitoso con todo el aura mística que requieren los arcanos.
De esta forma, cuando no se siente que el espacio es cómodo y óptimo para una lectura será inevitable que los resultados no sean los mejores, ya que, esto tiene una gran influencia en todo el proceso para conseguir una correcta interpretación y una experiencia más satisfactoria, sin generar falsas expectativas.
En definitiva, un buen tarotista es reconocible a partir de todos estos factores, sin embargo, es una realidad que a simple vista puede identificarse quien tiene un don con el tarot y quién no, siendo de suma importancia tener ese olfato bien afinado para no caer en trampas que no consigan las mejores respuestas a las preguntas que se tienen. En síntesis, el tarot necesita de cierta experiencia y misticismo que debe ser respetado, no se debe subestimar este aspecto porque la concentración y la conexión con los arcanos depende de ello, en gran medida, un tarotista con experiencia puede reconocer problemas con solo un par de preguntas. Se debe estar atento.